Hermanos de sangre

Ella tenía poder para cambiarlo todo… Rafaele Falcone dirigía sus empresas de automoción y su vida privada con la misma despiadada frialdad. Los sentimientos no influían en sus decisiones, y siempre exigía lo mejor, así que no dudó en pedirle a Samantha Rourke, una brillante ingeniera, que se unier