(1)

Tu hijo es mío

e-book


Tu hijo es mío:

"—Oye, no tengo ayudante en el ambulatorio, bueno, diré el barracón... Si tú te prestas a hacerme de enfermera...

—¿Cuánto me pagará?

—Nada. Yo tampoco cobro.

Marta se le quedó mirando con los ojos muy abiertos.

—¿Y por qué viene a este lugar si no le pagan?

—Pues porque quiero.

—Será rico y vendrá aquí a hacer la caridad...

—No soy rico, pero tengo vocación de médico y la rutina de un hospital no me agrada aunque no tengo más remedio que aceptarla para comer... Observarás que no sólo eres tú la desgraciada."