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Es mejor que me sigas

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Es mejor que me sigas: "Pero aun así le pareció que aquel chico llamado Oliver tenía algo aprovechable, aunque sólo fuera su simpatía.

Y también, ¿por qué no decirlo? Su afabilidad que no parecía fingida ni mucho menos.

— Llevo en la isla como veinte días — añadió él — y un día pasé por aquí y te vi. Desde entonces paso todos los días, unas veces por la mañana y otras por la tarde. Unas veces me ves y otras creo que no — y sin transición—. ¿Te molesto? ¿Prefieres que me marche? Yo no me como a nadie. Vengo siguiendo tu quehacer diario y me maravilla el afán con que trabajas y con que vendes.

— Es que trabajo para vender — dijo Lía empezando a trenzar con el esparto una bolsa —. De no tener esperanzas de vender, no trabajaría."