Sol Herrera es la gerente de un modesto hotel en La Costa del Sol con muchos problemas. No hay aire acondicionado en sus habitaciones, la piscina central tiene una fuga, y le acaban de confirmar que existe una familia de ratas mutantes en su lavandería. Nada parece salirle bien desde que decidió arriesgarse y quedarse con el negocio, muchos en el pueblo dicen que está maldito.

Pero Sol no está dispuesta a renunciar a su sueño, busca la manera de salir adelante sin tener que vender su alma, pues es lo único que le queda. Los plazos se agotan, al igual que sus ideas para ahorrar o atraer a más clientes.

Entonces aparece en su despacho Riley Murray, un recuerdo de su pasado que la lleva a una época mejor. Un lugar seguro donde la idea de sobrevivir a una pandemia parecía cosa de ciencia ficción. La esperanza hace sonreír por fin a Sol, que consigue engañar a Riley para que firme un contrato y trabaje en su proyecto. Cama y comida a cambio de trabajo. Mucho trabajo, más del que nunca confesaría.

Nadie en su sano juicio aceptaría ese trato, pero él lo ha hecho ¿Por qué? Lo cierto es que no lo sabe, pero no va a tardar en descubrirlo.