El día que Valeria encuentra su lista de locuras, su vida cambia por completo. A los diez años se propuso llenar una página con recuerdos inolvidables. A los veintitrés, esa hoja sigue en blanco. La vida de Ryan cambió de forma drástica cuando perdió a sus padres. Apartó sus sueños, cambió de ciudad y se alejó de lo único que le llenaba de paz. Sus caminos se cruzan por casualidad cuando Valeria decide viajar a Australia, con su lista en la mano y el firme propósito de tacharlas todas. Ella busca descubrirse a sí misma. Él ni siquiera sabe que está perdido. Juntos, aprenderán que la vida no es un plan al que ceñirse, sino un cúmulo de circunstancias al que adaptarse, que nunca es tarde para reconducir tus pasos, que siempre hay un mar que te recuerda a casa. Que lo inefable está ahí, al alcance de la mano. Solo hay que luchar por ello.
4.2
Gemma
13/3/2022
3,5. Conocí a Valeria como secundaria en «El cielo en tu mirada» y «El hielo de tus labios», aunque esta novela se puede leer de forma independiente, y desde el primer momento me cautivó, por lo que esperaba con muchas ganas su historia, cosa que esta vez ha jugado un poco en mi contra —es lo que tienen las expectativas—. Me había hecho una idea preconcebida de ella que no ha casado del todo con la realidad, me he encontrado con una parte de su personalidad que no esperaba y que no ha sido del todo de mi agrado —no quiero dar detalles por no destripar, pero tiene que ver con las redes sociales—. También debo reconocer que la relación no me ha parecido amorosa como tal, sino más de amistad, plano en el que me han gustado, pues son dos personas que se hacen bien y se ayudan la una a la otra. Así que me quedo con Ryan y todo lo que lo envuelve —sus hermanos especialmente—, los temas que se tratan, el viaje por Australia y las escenas en las que aparecen Noel y compañía. Un New Adult bonito, entretenido, de autodescubrimiento y superación lleno de reflexiones vitales. Ahora tengo ganas de saber más de K y A.