(3)

Almas inquietas

e-book


Almas inquietas:

"—Me gusta.

—¡César!

—Me gusta y la quiero. Sí, la quiero. ¿Es pecado querer?

—Claro que sí. En ti es pecado.

César hinchó el pecho.

—¿Qué tengo yo para ser diferente a los demás?

—Puedes amar a una mujer del pueblo y casarte con ella, falta te hace llevar una mujer a tu hacienda. Tu hermana se casará también algún día. Y tú necesitas mujer. Pero no Yola Villalta."